17 de Junio del 2004

Del buen dormir

Nietzsche, por E. Munch¡Honremos y reverenciemos el sueño! ¡Eso es lo primero! ¡Y evitad a todos los que duermen mal o velan por la noche!
Incluso el ladrón siente pudor ante el dormir: siempre roba a hurtadillas y en silencio por la noche. En cambio el vigilante nocturno carece de pudor, sin pudor alguno vagabundea con su trompeta.
Dormir no es cosa fácil: para ello, se necesita haber estado bien despierto el día entero.

Diez veces deberás superarte a ti mismo durante el día: esto te hará llegar a la noche fatigado y esa fatiga es el mejor opio para el alma.
Diez veces deberás reconciliarte contigo mismo; pues la superación es amarga, y mal duerme el que no se ha reconciliado.

Diez verdades deberás descubrir durante el día: de otro modo, seguirás buscando la verdad durante la noche, y tu alma quedará hambrienta.
Diez veces deberás reír durante el día: de lo contrario, el estómago, ese padre de la tribulación, te molestará durante la noche.

Pocos saben esto: pero es necesario tener todas las virtudes si se quiere dormir bien.
¿Diré falso testimonio? ¿Cometeré adulterio?. ¿Me dejaré llevar a desear la mujer de mi prójimo?. Todo esto se avendría mal con el buen dormir.

Y aunque se tengan todas las virtudes, es necesario entender aún de una cosa: de mandar a dormir a tiempo a las virtudes mismas.
¡Para que no disputen entre sí esas lindas mujercitas! ¡Y que no lo hagan sobre tí, desventurado!

Paz con Dios y con el vecino: así lo quiere el buen dormir. ¡Y paz incluso con el demonio del vecino! De lo contrario, rondará en tu casa por la noche.
...

No quiero muchos honores, ni grandes tesoros: eso inflama el bazo. Pero se duerme mal sin un buen nombre y un pequeño tesoro.

Friedrich Nietzsche
Así habló Zarathustra
(De las cátedras de virtud)

Imagen: Edvard Munch
Friedrich Nietzche(1905).
Óleo y témpera sobre lienzo (200 x 130 cm)
Museo Munch, Oslo.

Escrito por Asterion. 17 de Junio 2004 a las 05:16 AM.