14 de Junio del 2004

Allá lejos

Adiós a las armasEl 14 de junio de 1982 la guarnición de Puerto Argentino se rendía, culminando así la aventura bélica de una dictadura en decadencia.
Muchas historias se han contado acerca de esta guerra. Pero la que más me conmovió es la que sigue.
El 21 de mayo las fuerzas inglesas desembarcaron en San Carlos. A pocos kilómetros de allí, pero en la isla occidental, había una numerosa guarnición en Puerto Howard. Con el objeto de observar la cabeza de playa se ordenó al destacamento del batallón 601 de comandos organizar misiones de patrullaje.
El 10 de junio el entonces teniente Martiniano Duarte encabezaba una patrulla de cuatro hombres cuando repentinamente escucharon voces hablando en inglés. Pensó en tirar granadas, aprovechando la sorpresa pero podían ser soldados... o podían ser nativos de las islas. Momentos después apareció uno de los ingleses, de uniforme y portando un arma. Se habían topado con una sección del SAS (comandos ingleses).

Duarte le intimó la rendición. El inglés respondió disparando. Se generó un vivo intercambio de disparos. Uno de los ingleses resultó muerto, y el restante decidió rendirse.
El capitán John Hamilton fue trasladado a la guarnición de Puerto Howard, donde fue enterrado con honores militares.
Días después, el prisionero era Duarte. Duarte le contó a un oficial inglés que habían inhumado a Hamilton, elogiando su valentía al caer defendiendo a un compañero. Gracias a este informe Hamilton fue condecorado con la Military Cross y su familia pudo conocer su destino.

Veinte años después la viuda de Hamilton sintió la necesidad de encontrarse con el hombre que había testimoniado la bravura de su esposo.

Borges decía que cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta de un solo momento; el momento en que el hombre sabe para siempre quién es. Tal vez el momento de Duarte fue durante ese breve combate. O cuando decidió relatar el destino de Hamilton, entendiendo que detrás de su enemigo seguramente habría una familia, padres, seres amados que merecían conocer su suerte.

Esta historia habla de valor, de gallardía. No solo de Duarte; también de la esposa de Hamilton, quien tantos años después sintió la necesidad de agradecerle su testimonio. Habla de las heridas que genera toda guerra, y la necesidad imperiosa de cerrarlas.
Según Duarte "para mí, ese encuentro con la viuda del capitán Hamilton cerró un círculo. Tuvo mucho más de sentimental que de racional. Con los años, de todo ese muestrario de miserias que es una guerra, a sus hijos, a los míos, lo único que les va a quedar es eso: las buenas acciones, los buenos sentimientos".

Prefiero que existan oficiales capaces de hacer este tipo de síntesis de lo que fue la guerra y no otros que planeen como hacerlo mejor la próxima.

Escrito por Asterion. 14 de Junio 2004 a las 05:12 AM.
Comentarios: Allá lejos

La síntesis del oficial muy aliciente... pero que recuerdo oscuro se trajo hoy

Escrito por Maga a las 17 de Junio 2004 a las 05:20 AM

Es un recuerdo triste. La guerra es oscura.

Tenía ganas de dedicarle un artículo a este tema. No deberíamos olvidar esta fecha.
El reportaje me pareció muy fuerte, pero excelente. Ese rasgo de humanidad es el que perdura a través del tiempo. Por suerte.

Escrito por Asterion a las 17 de Junio 2004 a las 05:54 AM
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