El Zahir

Ohhhhhhhh, y yo que tenía idealizada a la democracia ateniense y viene Platón y me informa que ya en tiempos de Pericles y compañia, los gobernantes se aferraban ya al poder como garrapatas. Asi que como siempre todo ha cambiado para seguir igual.

Hay males que son eternos... Los hombres se preocupan más por su propio beneficio que por el beneficio común. El gobierno debería ser momentáneo y buscando el bien común... lastima que hay utopías que dificilmente se hagan realidad. Así, los gobernantes quieren permanecer ad-eternum (aunq por ahi se diga así!) y conseguirSE beneficios.

No generalizo, no me gusta, Por eso sé, supongo y espero que (como TODO en la vida) hay grande excepciones. (¿Credula? Mantengo mi Fe de que algunas personas SI tienen lo que se necesita). (No sé quienes, yo soy apolitica... no los conozco!)

María, mientras vivimos en el tiempo del "que se vayan todos" pero quedaron todos los que estaban, a veces cabe preguntarse si esto es un signo de nuestros tiempos... pues no, a los griegos les pasaba lo mismo.

Me encantó la referencia a Gatopardo!.

Helen, en la época de Napoleón, había un mariscal de su ejército, Bernadotte, quien fue puesto a gobernar Suecia. Su mandato fue tan bueno que fue adoptado por el rey de Suecia, quien no tenía hijos, y con el tiempo se convirtió en el rey de Suecia, cuya sucesión gobierna hoy en día.
El problema es que la cantidad de Bernadotte es limitada.
Entonces debemos buscar un sistema que funcione, en el cual los gobernantes no se aferren a sus cargos para enriquecerse.

Sigamos participando.

Sumemos: el problema del uso del voto que hace cada uno, la falta de ofertas, el alto grado de corrupción política.
Sigamos sumando: lobbyng, acomodos, promesas incumplidas, cuentas en Suiza
Qué más?: falta de ideas renovadoras, figuritas repetidas, cambios de forma y no de fondo, palabras huecas.
Hay más?: punteros, burocracia, DNI mellizos, muertos que votan.
Stop. Seamos arbitrarios, paremos justo ahí.
Así y todo, te prefiero con los ojos cerrados y sin dudar un segundo, democracia.

Fijate que casi todos los problemas que citás son comunes a todas las formas de gobierno.
No existe imperio que haya durado mil años. Los mil años del Tercer Reich duraron bien poco. Con la Bastilla cayó un Imperio otrora poderosos.

Las ansias de los gobernantes de perpetuarse en el poder los llevan a desentenderse de las necesidades de Estado y concentrarse en las propias. Y cuando estas necesidades no coinciden se produce una tensión, que termina con el presidente escapando por los techos.